En algunos edificios el problema queda resuelto con la ubicación de antenas colectivas en los tejados, sin embargo, existen comunidades en las que, seguramente por falta de acuerdo comunitario, eso no es posible y cada vecino interesado termina colocando la parabólica en la ventana o en el balcón, como si el edificio fuera una compleja torre de comunicaciones.