«Sale del puerto de Vigo la escuadra española con rumbo a Escocia, al objeto de apoyar las pretensiones de Jacobo Estuardo al trono de Inglaterra. La componían 24 navíos de transporte, con cinco mil soldados, treinta mil fusiles y abundantes municiones, más tres barcos de guerra, armados con un total de 60 cañones. Iba al mando el Duque de Ormond.
El segundo Batallón de Galicia, que guarnecía la plaza de Vigo, se incorporó a esta expedición malhadada. A la altura de Fisterra un violentísimo temporal arrastró las naves a su antojo, dispersándolas. Un buen número de barcos, con sus hombres y cargamento, naufragó o se estrelló contra los cantiles de aquella costa. Los que pudieron salvarse arribaron a Vigo, Pontevedra, Lisboa y Cádiz.
Formaban parte del cuerpo expedicionario muchos irlandeses y escoceses, partidarios de los Stuardo, que impusieron su voluntad de seguir adelante, pese al descalabro de la flota. Solamente unos mil de estos soldados lograron desembarcar en Escocia, pero fueron vencidos y hechos prisioneros al poco tiempo.
España perdió hombres y bagajes, los tres navíos de guerra y otros de transporte. Y es que, pese al dicho famoso, los barcos también están hechos para luchar contra los elementos, sus primeros y naturales enemigos».
10 de marzo de 1719. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).