Parecía que Vigo no tenía historia lejana en el tiempo, que todo se reducía a un par de siglos y a la presencia de pescadores y pequeños comerciantes. Pero no es así. A medida que se van encontrando y estudiando los restos arqueológicos de la ciudad de Vigo y sus alrededores se va descubriendo un pasado importante y floreciente, con una industria de salazón y numerosas relaciones con otros pueblos, incluso lejanos. Los historiadores, con sus estudios, y los numerosos restos arqueológicos, dan buena cuenta de ello. El monte de el Castro, en particular, guarda los vestigios de unas construcciones castreñas que estuvieron ocultas bajo la tierra durante muchos años. De varias décadas a esta parte se han excavado y reconstruido pequeñas casas e instalaciones que sirvieron a nuestros antepasados. Hoy, sin lugar a dudas, se puede decir que Vigo tiene una gran historia. Esa fotografía, tomada desde lo alto del monte de El Castro, da buena cuenta de ello, con el pasado en primer término, representado por el poblado castreño, y el presente y el futuro en segundo término, representado por la propia ciudad de hoy y su emblemático puerto. Y a lo lejos, las Islas Cíes como testigos de la evolución y crecimiento urbano.