Para muchas personas incluso constituyen una familia en la que encuentran compañía y apoyo. Para las personas de avanzada edad son beneficiosos, además, por las pautas y responsabilidades que establecen en su vida diaria. Pero tener una mascota y en particular un perro es algo que implica una gran responsabilidad: el perro es un animal con sentimientos y con necesidades, necesita respeto, atención y cariño, y en ocasiones la atención de un veterinario. Y su tenencia tampoco resulta gratuita, puesto que alimentación y atención veterinaria generan unos gastos que pueden lastrar, todavía más, una economía deteriorada por las circunstancias que vivimos. A pesar de todo, muchas personas valoran el sacrificio económico que conlleva su tenencia frente a las grandes ventajas que ahora comentamos, y esos perros se convierten en uno más de la casa y ganan, con enorme rapidez, un hueco en nuestro corazón, por eso titulamos de este modo la fotografía: paseando con amigos.