Cientos de personas se han apuntado a una experiencia lúdica y deportiva que ha recorrido las principales calles. Muchos de los participantes se han disfrazado para estar acorde con las celebraciones, a pesar de que el tiempo, con una lluvia persistente, no ha acompañado la carrera. Su lema podría haber sido el conocido “al mal tiempo buena cara”. El payaso, que por cierto no ha sido el único, parece dado a la fuga de algún atraco salido de una película de acción, pero la realidad es bien distinta e inocente. Esperamos que si no ha ganado la carrera por lo menos haya ganado un premio por el disfraz o, en último caso, la satisfacción por haber participado.