Hasta ahora, con la ausencia de ese perfil, la tierra se iba desplazando sobre la acera, sobre todo por el efecto de la lluvia, pero también por quienes no respetan la prohibición de pisar el césped y no asumen que la ciudad la tienen que hacer y mantener entre toda la ciudadanía. Incluso es buena ocasión para destacar el minimalismo de la hierba que se observa en esta fotografía, mucho más fácil de cuidar que las plantas, pues aunque sean de un gran colorido y belleza, por desgracia son motivo de robos frecuentes, y la simple hierba también tiene su encanto y es mucho más práctica.