Se celebra en el Tamberlick un mitin federal, que preside el jefe del partido D. Francisco Pi y Margall. Asisten representantes de los comités de Asturias, A Coruña, Pontevedra, Ourense, Santiago, Ponteareas, A Guardia, Barco de Valdeorras y otras localidades.
Pi y Margall, procedente de A Coruña, había llegado a Vigo el domingo , día 25. Le acompañaban su hijo, Sr. Pi y Arsuaga, y los señores Valles Ribot, Flores, Asturias, Pérez Costales, Palma y Troncoso. En la estación le recibieron los señores Curty, Chao, Arbulo, Requejo y Bernárdez, director este último del periódico vigués La Vanguardia. El ex-presidente de la República se alojó en el Hotel Universal, y aquella noche fue obsequiado con una serenata por la banda municipal, la orquesta del señor Serrano y el orfeón de La Oliva. Al día siguiente, en nueve embarcaciones engalanadas, los visitantes y más de doscientos vigueses hicieron una gira por la ría, yendo al frente de la embarcación ‘Pi y Margall’, que conducía al prohombre del federalismo y a sus más conspicuos correligionarios. En una robleda de Meira tuvo lugar la comida, que se dice fue eufórica, tanto que a los postres, con la complicidad de la fronda centenaria, se pronunciaron no menos de nueve discursos. La vida entonces era lenta, y permitía estos derroches.
A las ocho de la noche de hoy se abren las puertas del Tamberlick, que en poco tiempo es ocupado por más de mil quinientas personas, “de todas las clases, de todas las ideas, de distinta condición…, dominando, sin embargo, en el conjunto, las clases trabajadoras, gran número de mujeres y algunas señoras que ocupaban los palcos”. Poco después de las nueve se inició el mitin, con una semblanza de Pi y Margall a cargo del Sr. Lence. Después intervino don Alfredo Vilas, de Santiago, abogando por la fusión de los partidos de ideología pareja. El Sr. Piernas, catedrático de Hacienda en la Universidad Central, dio una breve lección de economía, para dejar paso al ex-ministro Sr. Pérez Costales, de A Coruña- aquel señor de las anchas patilla, que retrató Picasso en su niñez-, “efectista, un tanto amanerado, pesimista, recalcitrante”, o bien “optimista y visionario”, según le diseña el cronista de Faro de Vigo.
Finalmente, se levantó a hablar Pi y Margall, en medio de gran expectación. Su discurso fue breve y produjo cierto desencanto, pues no quiso, o no supo, plasmar su pensamiento pactista en una fórmula viable de unión. “Como siempre, el Sr. Pi y Margall tuvo el mérito de la brevedad y la consecuencia de repetir el mismo programa, expresado en idénticos términos que lo viene expresando hace veinte años”. Abogó por la autonomía provincial y municipal, la federación regional, la supresión de contribuciones de consumos, etc., y aludió al pavoroso problema social, el más hondo de España y también el más desatendido. Cantó en fin, las bellezas de Galicia y en especial la hermosura y laboriosidad de Vigo. El público prorrumpió en vivas a Pi y Margall, que él contestó con un “Viva Vigo”.
Al día siguiente, antes de salir para Pontevedra, visitó los locales de la sociedad La Oliva, y en su libro de oro dejó escrito de su puño y letra: “¡Cuánto me complace ver en Galicia orfeones a manera de los de Cataluña! La obra de Clavé ha resultado fructífera y fecunda. No sin razón se le ha erigido en Barcelona una estatua. La merecía Clavé algo más que esos destructores de pueblos a quienes se corona de laurel en recuerdo de sus sangrientas victorias. Despiertan éstos en el corazón del hombre los instintos de las fieras; suavizó aquel las costumbres de sus compatriotas y va suavizando las de toda España, despertando los dulces y los generosos sentimientos a que abre paso el amor; el amor al hombre y el amor a la naturaleza. ¡Gloria a mi inolvidable amigo Clavé, a la vez músico y poeta!- Vigo, 28 de septiembre de 1892”.
27 de septiembre de 1892. Xosé María Álvarez Blázquez. ‘A Cidade e os Días. Calendario Histórico de Vigo’ (Xerais, 2008).