Ese es el motivo por el que algunas farmacias, como la de Belén Rodríguez, en el número 64 de la Avenida de las Camelias, de Vigo, tienen ese bote entre los elementos decorativos. Se trata de un recipiente que antaño servía realmente para guardar has hojas de la planta y que eran utilizadas para las fórmulas magistrales de la antigua farmacopea.