A pesar de que en la ciudad de Vigo las calles y plazas están perfectamente identificadas, la mayoría de las placas no revisten demasiado atractivo, salvo algunas que son realmente espectaculares.
Destacan, sin duda, la placa de la Rúa López Mora, dedicada a Álvaro López Mora (1853-1917), polifacético abogado que vivió en esa misma calle y que, además de numerosas actividades, escribió “Crónica de Vigo”; la placa de la Avenida Sanjurjo Badía, dedicada al conocido industrial Antonio Sanjurjo Badía (1837-1932) que, entre otras numerosas actividades, inventó el submarino que lleva su nombre; y la placa que muestra la fotografía, dedicada al médico Nicolás Taboada Leal (1798-1883), que además fue historiador y, como tal, autor de un libro fundamental en la historia de la ciudad de Vigo: “Descripción topográfica-histórica de la ciudad de Vigo, su ría y alrededores”.
Sin embargo, en la mayoría de las placas se echa en falta un toque artístico que las haga singulares, destacando los personajes a los que en su día fueron dedicadas. No se debe obviar que las placas de las calles también sirven para transmitir la cultura ciudadana y para honrar a quienes merecieron tales distinciones.