Las playas de Vigo siguen animadas incluso en invierno. No están tan concurridas como en la temporada estival, pero en cualquier otra época del año siempre cuentan con aficionados incondicionales que las disfrutan a cualquier hora del día y sobre todo por las mañanas.
En estas fechas, algunas personas aprovechan para pasear con mayor tranquilidad a sus perros, como puede apreciarse en la fotografía, en unos meses en los que no molestan a los bañistas y que pueden corretear libremente de un lado para otro o incluso bañarse en las aguas frías y cristalinas del Atlántico.