Quizá en el suroeste de Galicia no apremie la necesidad de recortes en el suministro de agua pues los niveles de los embalses están muy por encima de los límites de alarma, pero aún así el agua se hace cada vez más necesaria y quienes viven de las cosechas, sobre todo, ya hace tiempo que la están echando en falta. Y así las coas, no hay quien venda un paraguas ni una gabardina, pero el optimismo de este hombre parece no desfallecer ante semejantes circunstancias y pasea preparado de esta guisa que se observa en la fotografía, con un sombrero en forma de paraguas por si la lluvia nos cogiera desprevenidos.