Lleva esta fecha una escritura de foro en favor de la ermita de Santa Eugenia, situada sobre el Berbés, en terreno acantilado. La ermita se llamó más tarde de Santa Marta, nombre que hoy conserva la calle que desciende hacia el lugar donde estuvo emplazada.
Se debe la fundación de Santa Marta al venerable P. Fray Juan Pascual, franciscano, natural de Andalucía, fundador de los PP. Recoletos de San José. Estando este religioso en Roma en 1541, obtuvo autorización de la Santa Sede para erigir conventos de su reforma. Con otros quince Padres Franciscanos, se dirigió a Galicia y pobló el cenobio que anteriormente había creado en la isla de San Simón, al lado de una antigua ermita, evocada ya en el siglo XIII por el trovador vigués Meendiño:
“Sedíame eu na ermita de San Simón
e cercáronmi as ondas que grandes son…”
Este cenobio, por ser el primero fundado por Fray Juan Pascual, dio nuevo nombre a la reforma: ”Custodia de los Pascualinos de San Simón, o de la Capucha. Era Fray Juan un santo varón, al que los habitantes de la ría, en especial los de Vigo y Baiona, profesaban gran veneración. Habitó en Vigo, primeramente, en la calle que- según se afirma- recibió el nombre de la Campucha o Capucha, en razón de residir allí estos frailes reformados. Después pasó a vivir al convento de Santa Marta. Los monjes de Melón, conociendo la estrechez en que Fray Juan y los suyos vivían, les concedieron seis cavaduras de tierra, algunas viñas y otras heredades, en las inmediaciones de Santa Marta. Allí permanecieron hasta 1572.
La reforma de los pascualinos fue extinguida en 1583 e incorporados sus miembros a la Orden Franciscana, de donde provenían. De este modo pasó la O.F.M. a regir la antigua ermita, después convento noviciado y parroquial de San Francisco, hasta nuestros días.
22 de novembro de 1411. Xosé María Álvarez Blázquez. «A Cidade e os Días. Calendario Histórico de Vigo» (Xerais, 2008)