Donde actualmente está el Hotel Princesa, en el número 14 de la Rúa Fermín Penzol, de Vigo, antaño estuvo la cafetería Mimosa. Desde la misma puerta ya se podía ver el local, aunque era necesario bajar tres o cuatro escalones. A uno de los lados existía una máquina de discos muy curiosa. No tenía una gran variedad de canciones y estaba provista de una pantalla con unas dimensiones similares a las de un ordenador portátil.
Lo curioso y novedoso en aquellos tiempos de los años sesenta del pasado siglo es que la música iba acompañada de la imagen en movimiento y en color: una película en la que aparecía el cantante interpretando la canción seleccionada. Se trataba, lógicamente, de unas pequeñas películas de celuloide que se proyectaban desde la parte posterior (o desde la inferior con ayuda de un espejo).
Una de las cantantes que aparecía en una de aquellas películas era Francoise Hardy, con la canción “Tous les garçons et les filles”, que salió al mercado en 1962. Aquel tipo de máquinas marcó el inicio de lo que ahora vivimos con internet y en particular con YouTube, Vimeo, Google Videos, Dailymotion y otras plataformas similares, que ofrecen una calidad impensable hace sesenta años y con una variedad inmensa de posibilidades. Es una curiosidad que pocas personas recordarán.