En su escaparate se pueden apreciar relojes de muñeca, relojes colgantes, relojes de sobremesa y de pared, cronómetros… La existencia de su taller, al del fondo del establecimiento, demuestra el profundo conocimiento que tienen en “Gerardo” de un tipo de maquinaria que ha quedado relegado a un segundo plano por la aparición de los relojes digitales. Pero los relojes mecánicos siguen teniendo su encanto y los diseños resultan intemporales. Resulta curiosa la existencia de coleccionistas que recorren las relojerías buscando piezas singulares o simplemente pertenecientes a otras épocas en las que no existían otras opciones que las mecánicas; recordemos, en este sentido, marcas accesibles para el gran público como Festina, Certina —con su famoso e innovador modelo Certina DS-, Tissot, Seiko… Precisamente, en la relojería “Gerardo” tienen muchas de esas marcas tradicionales cuyos nombres van asociados al concepto de calidad. Son las relojerías de siempre; un tipo de negocio que no debería desaparecer a pesar de los avances digitales de la tecnología relojera.