La vida moderna y consumista conlleva un aumento de residuos de todo tipo. Antaño se arreglaban las averías de la lavadora, de la nevera, y de cualquier otro electrodoméstico, pero hoy sale mucho más barato tirarlo a la basura y comprar uno nuevo. Por supuesto que los coches no se tiran, pero se cambian con frecuencia. Y con los patinetes eléctricos también pasará algo similar, y también con las bicicletas, que cada vez son más numerosas y ya comienza a ocurrir lo mismo que con los coches, que se cambian por modelos más sofisticados.
Pero lo que muestra la fotografía no es ninguno de estos casos. Alguien aparcó su bicicleta en esta pequeña plazoleta frente al Concello de Vigo y luego apareció sin las ruedas. Lo más curioso es que el cuadro de la bicicleta sigue estando en el mismo sitio, anclada con la cadena contra la barra de acero del aparcamiento. Y como los días van pasando sin que ocurra nada, a este paso veremos cómo se va descomponiendo poco a poco con la corrosión.