La carrera política y profesional de Adolfo Gregorio Espino fue dilatada. Ejerció como maestro en el barrio de Lavadores y luego se licenció en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela. Fue alcalde de la ciudad de Vigo durante la dictadura de Primo de Rivera, entre los años 1923 y 1927, y llegó a ser director del periódico “La Noche” y presidente de la “Liga de Defensores de Vigo”, asociación viguesa para defender los intereses de la ciudad de Vigo. Esta Liga fue el germen de la “Editorial Vigo”, ya desaparecida, que editó “El Pueblo Gallego”, también desaparecido. Durante su mandato municipal, Gregorio Espino consiguió la cesión del Pazo y del Parque de Castrelos para servicio público de la ciudad.
La Rúa Alcalde Gregorio Espino ha sido objeto de diversas obras de humanización en el año de 2017, bajo el mandato municipal del alcalde Abel Caballero. Estas transformaciones han contribuido, además de mejorar los servicios subterráneos, a darle color y esplendor a una de las zonas más bulliciosas, a una calle en honor del que fue uno de los mejores alcaldes de la ciudad de Vigo.