La histórica iglesia de San Francisco, de Vigo, es el vértice donde confluyen la Rúa Santa Marta y la Rúa San Francisco y, a su vez, es el centro de una gran tradición popular conocida como Las Tres Gracias.
Rúa Santa Marta
La Rúa de Santa Marta toma el nombre del asilo de ancianos que existía en la Rúa Pi y Margall, construido a finales del siglo XIX y ya desaparecido de su emplazamiento original como consecuencia del plan urbanístico Barrio do Cura.
La Rúa de Santa Marta parte de la Rúa de Llorente a la altura del Centro Parroquial San Francisco, derruido por formar parte del mencionado plan urbanístico. La calle avanza en dirección a la Rúa Conde de Torrecedeira, con la que se enlaza de modo perpendicular y luego se estrecha y desciende hasta la histórica iglesia de San Francisco.
En el primer tramo de la calle, hasta su enlace con la Rúa Conde de Torrecedeira, destaca, haciendo esquina, el edificio del Centro Parroquial San Francisco, que ha sido derribado. Unos metros más adelante, en el número 6, está el histórico bar Casa Roucos, que era lugar de cita culinaria del pintor Laxeiro, del escritor Méndez Ferrín, del pintor Antón Pulido, del editor Bieito Ledo, y un largo etcétera de comensales que han disfrutado con su excelente cocina tradicional.
Justo en la intersección con la Rúa Conde de Torrecedeira existían algunas pequeñas viviendas entre las que se abría un callejón que atravesaba el Barrio do Cura. Hoy, aquel rincón de aquel barrio lleno de vida sólo es un recuerdo del que dan testimonio las fotografías.
Al continuar el recorrido, haciendo esquina con Torrecedeira existe un gran portalón con un peto de ánimas a su lado y un cartel de agradecimiento por las limosnas para el comedor de La Esperanza. Enfrente del portalón hay un edificio de viviendas de varias alturas y luego está la guardería municipal Santa Marta, al principio de un camino empedrado que llega hasta la histórica iglesia de San Francisco de Asís.
Una iglesia con historia desde 1551
La iglesia de San Francisco de Asís, popularmente conocida como la iglesia de San Francisco, perteneció a la Orden Franciscana desde 1551. En aquella época la orden tenía un convento junto a una pequeña capilla dedicada a Santa Marta que era propiedad del monasterio cisterciense de Melón. En 1589, el pirata Francis Drake destruyó la iglesia y tuvo que ser edificada de nuevo.
Mucho más tarde, en 1840, acontece la desamortización de Mendizábal y la conservación de la iglesia pasa a manos de los Hermanos Terciarios, hasta que en 1927 es devuelta a los Franciscanos y se convierte en parroquia de San Francisco de Asís, mientras el convento se transforma en hospicio, que es propiedad de la Casa de Caridad.
Las Tres Gracias
En la iglesia de San Francisco, de Vigo, es digno de destacar el excelente retablo barroco con un Cristo crucificado en su parte central y al que multitud de fieles profesan su devoción todos los años desde 1910. La tradición se repite el primer viernes de marzo de todos los años y la Rúa de Santa Marta es recorrida por multitud de fieles para pedir “Las Tres Gracias”, una tradición iniciada en 1910 y vinculada con la Fiesta de Jesús Nazareno, cuya imagen es obra del maestro Antonio del Villar, de Redondela, y se encuentra en la iglesia desde 1725. La tradición de Las Tres Gracias está vinculada con las tres caídas de Cristo camino del monte del Calvario. Durante toda la jornada de ese día de festividad religiosa se celebran continuos actos litúrgicos a los que acuden los fieles para pedir tres deseos de los que, según la tradición, se cumple uno.
Rúa San Francisco
La Rúa de San Francisco comienza en una pequeña plaza en la Rúa dos Poboadores y desciende por el Casco Vello entre casas de viviendas hasta la Praza do Berbés, orillándola hasta la cuesta que sube a la iglesia de San Francisco, donde converge con la Rúa de Santa Marta. La parte derecha de esa cuesta es un muro desde el que se puede observar la actividad del puerto pesquero, y al pie de su pared de piedra estuvieron batiendo las olas hasta el primer cuarto del siglo XX, cuando comenzaron los rellenos para ganarle terreno al mar. En el recorrido de la Rúa San Francisco, lleno de casas familiares, destaca el desaparecido Bar Nixon, que era muy popular, algún establecimiento relacionado con el mantenimiento de instrumentación marina, y algún local vacío en el que antes estuvo una entidad bancaria, los restos de un barrio histórico que necesita revitalizarse.