La fotografía está realizada a la antigua usanza, captando la imagen en un negativo en blanco y negro y luego revelándolo con el sistema químico tradicional. El motivo lo merece. Se trata de uno de los mayores símbolos de la arquitectura industrial de la ciudad de Vigo, una antigua fábrica de pan que sigue luciendo espectacular, sobre todo, desde el puerto y el medio de la ría. Sin embargo, su estructura sigue deteriorándose ante la pasividad de todos. Se han realizado ambiciosos proyectos, pero todos han quedado en el papel.
Cabe preguntarse si estarán esperando a que se derrumbe por sí sola para luego lamentarse por haberla perdido para siempre, o cabe preguntarse, también, si existirán extraños y oscuros intereses especulativos. El futuro de La Panificadora se ha convertido en un gran misterio.