Las mejores soluciones no siempre son las más avanzadas tecnológicamente. La fotografía ha sido tomada en la Gran Vía de Vigo. Obsérvese la cadena con candado que sujeta la bicicleta a la señal de tráfico para evitar el posible robo. Sin embargo, la propietaria —o propietario— del vehículo no parece fiarse demasiado y ha optado por otro sistema de seguridad mucho más efectivo: quitarle el sillín.
Así, quien pretenda robarla tendrá que procurar no despistarse porque si se sienta terminará en urgencias, además, en ese caso, no podría sentarse durante una buena temporada. El ingenio resulta llamativo.