El gremio de los sastres de Vigo -que ya entonces era importante en la villa, y que un siglo más tarde contaría nada menos que con 39 cabezas de familia- contrata con el escultor flamenco Adrián de Nibeles, a la sazón vecino de Salvaterra de Miño, la obra de una imagen de Santa Catalina, patrona de la referida cofradía, en la cuantía de seis ducados y medio, ante el escribano Gregorio de Franqueira.
Se estipula en el documento que la escultura sería de cinco palmos de alto, “de muy buen rostro y cuerpo, y ha de tener los braços de gonzes en el codo y hombreza y en el dedo pulgar de la mano derecha que pueda tomar una espada y largaría cuando fuere en la procesión que se hace el día de Corpus Christi”.
30 de julio de 1564. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Editorial Monterrey, 1960).