La figura, realizada en acero inoxidable y con siete metros de largo, mitad humano y mitad pez, observa el bullicio urbano de la ciudad más grande e industrial de Galicia desde un enorme pedestal sujeto por dos columnas de doce metros de alto. Fue colocada allí en el año 1991, siendo alcalde de Vigo el socialista Manuel Soto, uno de los alcaldes que, junto con el actual alcalde, Abel Caballero, promovió numerosos cambios trascendentes en la ciudad de Vigo llenándola de arte y de modernidad, y promocionándola en el resto de España y del mundo.