Es curioso que en medio de tanta vorágine urbanita todavía queden muestras del romanticismo. En la imagen podemos observar un mensaje en la puerta de una vivienda de la Ronda de Don Bosco, en la ciudad de Vigo, en la que se advierte que sólo tenía —o aún tiene— cabida la gente enamorada, ahora que todo es consumismo y mercantilismo, unos tiempos en los que lo material parece sobrepasar cualquier otro interés.
La escena ya ocurrió hace unas cuantas semanas y estuvimos atentos para ver qué ocurría cuando alguien llegaba o pasaba frente a la puerta. Unos se sonrieron, simplemente, y optaron por tomar una caña de cerveza en la famosa “Juakina”, que está justo al lado, y alguna pareja optó por llamar a la puerta y se le abrió de para en par. Evidentemente, estaban enamorados.