La ciudad de Vigo está disfrutando de un otoño suave y luminoso, propio del sur de Galicia, donde la climatología es singular. Muchas personas siguen acudiendo a las playas cuando sus labores se lo permiten, y quienes son más conservadores y fieles a las fechas del calendario prefieren disfrutar del balcón, siempre con las precauciones de una sombrilla o incluso de un paraguas para protegerse de un sol que calienta de un modo traicionero. Ahí tenemos la prueba, en una céntrica calle de la ciudad de Vigo.