En los años cincuenta del pasado siglo veinte, el Colegio “Niño Jesús de Praga” era uno de los pocos colegios de la ciudad de Vigo, y la calle Areal, donde continúa instalado, ya era una importante vía urbana paralela a la Avenida García Barbón y a la actual calle Rosalía de Castro, que entonces era un auténtico barrizal, con una imagen muy diferente de la actual. El colegio era pequeño y a él acudían, principalmente, los hijos de las familias del entorno. En el propio colegio se realizaba la Primera Comunión, y el alumnado tenía una gran participación en las procesiones religiosas de la parroquia Sagrado Corazón, entonces ubicada en la actual zona portuaria colindante con la Avenida García Barbón, a la misma altura de la finca Vista Alegre. Por la calle Areal circulaba el tranvía que conectaba el barrio de Teis con el de O Berbés, y tras la verja metálica que delimita el puerto —verja aún existente, por suerte—, podían observarse los movimientos de mercancías, principalmente minerales.
Quienes vivimos aquella época y acudimos de niños al colegio “Niño Jesús de Praga” recordamos todo aquello como una imagen destacada en nuestra memoria, igual que a nuestra querida Sor Dolores, que asumía la responsabilidad de nuestra educación escolar. La fotografía tomada hace varios años, muestra a esa monja entrañable y sencilla en la Avenida García Barbón, esperando para cruzar la calle República Argentina en dirección a alguna de sus ocupaciones cotidianas fuera del colegio, mezclándose con la gente y con muchas personas que pasaron por su aula.