Pero incluso otras modas no tan lejanas afloran de vez en cuando, como los vestidos de tipo hippy, las minifaldas que puso de moda Mary Quant, la sorprendente moda punk de Vivienne Westwood, que quizá no llegó a tener una gran acogida entre nosotros, y otras muchas tendencias en los vestidos y en el calzado que han surgido de lo que se podrían considerar tendencias puras.
A veces viene la moda de los tacones de vértigo, otras veces las elevadas plataformas o caprichosas formas que impiden la comodidad. Y en otras temporadas, según convenga al caprichoso mundo de la moda, con zapatos sencillos y planos.
Con la moda masculina pasa otro tanto de lo mismo. En el recuerdo quedan los pantalones ajustados tipo “pitillo”, los “pantalones campana” y los “pata de elefante”, las corbatas de diferentes anchos, texturas y colores, que se repiten cada cierto tiempo, como también ocurre con los cuellos de las camisas, que unas veces son más pequeños y otras más grandes, unas veces con botones y otras sin ellos.
En la actualidad, algunas personas se erigen en gurús de las tendencias y consiguen vivir de ello, pero los auténticos artífices de las modas de impacto y trascendencia han sido, son y serán, esas persona que ya hemos nombrado, como Mary Quant y Vivienne Westwood, y a los que también es preciso añadir los nombres ya inmortales de Chanel, Pierre Cardin, Armani, Lagerfeld, Gautier, Balenciaga, y muchos otros de una larga lista cuya obra personal se ha convertido en inmortal, y sin olvidar, puesto que hablamos de zapatos, al diseñador español Manolo Blahnik, creador de los famosos zapatos “Manolos”.