Tahona, en la Rúa Pintor Colmeiro, de Vigo, celebra este mes de mayo su 35 aniversario atendiendo a un público fiel y cada vez más numeroso. Delmiro Vidal Fernández está al frente de este negocio que da trabajo a una plantilla de veinticinco personas y que comenzó su trayectoria en en una panadería familiar en la Rúa Sanjurjo Badia, de Vigo. Al cabo de los años se han especializado en productos de panadería, de pastelería y comida casera para llevar, con una oferta muy atractiva y variada, y con un éxito basado en la calidad, la variedad de sus productos y el trato al cliente.
-¿Cuántos años lleva Tahona abierta al público?
-Tahona Pintor Colmeiro lleva abierta al público desde el año 1988 en la misma ubicación. Empezamos como panadería y confitería en el año 1965, en Sanjurjo Badía, en Teis. Después fuimos ampliando hasta llegar aquí, en mayo del año 1988, y empezamos con comidas preparadas. Fuimos de los pioneros en Vigo en comidas preparadas para llevar. Originalmente era la empresa familiar de mis padres. Luego fuimos ampliando y en un momento determinado decidimos separarnos, mi hermano se quedó con otros establecimientos y yo me quedé con este de Pintor Colmeiro, que ahora cumple 35 años.
-¿Cuántas personas integran el equipo?
-Veinticinco personas, entre personas que atienden directamente al público, cocineros, pasteleros y panaderos.
-¿Cuál sería el lema de Tahona?
-Mi lema siempre es que el cliente es el dios. El trato de los trabajadores con el cliente es muy importante y luego también está claro que hay que ofrecer calidad. Todo es una cadena: el trato y la calidad del producto. Cuando el trato de los empleados y la calidad del producto son buenos el cliente vuelve. Por eso mi lema: el cliente es el dios.
-¿Existe alguna especialidad?
-La especialidad es que tenemos mucha variedad de cosas. Hacemos todos los días veinticinco variedades de comidas distintas, y luego hay unos platos fijos de todos los días. Además, también hacemos una amplia variedad de pastelitos pequeños, piezas de bollería, empanadillas, empanadas, diferentes clases de pan: pan artesano, pan de espelta, pan de chìa… Tenemos obrador y hacemos todo nosotros.
-¿Cómo se hace la lista de la compra en un establecimiento como este?
-Según vamos consumiendo vamos comprando. Por eso para mí es muy importante tener una buena relación de proveedores, que sean serios, que cumplan, porque ya es bastante complicado fabricar todos los días una gran variedad de productos para que aún encima tengas problemas con los proveedores. Ya son muchos años y esto es el día a día.
–Además de una amplia oferta de platos de comida a base de pescados, carnes, verduras o incluso mariscos, ustedes ofrecen diferentes menús diarios a precios muy económicos. ¿Tienen mucha aceptación?
-Sí. Hay una clientela que viene muy a menudo y para la que la opción del menú es interesante, lo cambiamos todos los días con una opción de carne o pescado, un primer plato y luego un postre. La verdad es que hay mucha gente que viene a buscarlo. Desde siete euros se puede llevar un plato de comida.
-¿Cómo se organiza una cocina con tanta variedad de platos, además de pastelería y panadería?
-Es el día a día. Tienes que tener gente capacitada para abordar lo que es la fabricación. En confitería los confiteros, en panadería están los panaderos, y en cocina los cocineros, cada uno con su cometido. Pasamos una lista de fabricación todos los días y manos a la obra. Tenemos un calendario de fabricación. Por ejemplo, la lista del menú semanal se hace por adelantado.
-¿Y no influye en eso la variedad de precios de la materia prima que puede haber en el mercado?
-No nos influye mucho porque nosotros solemos trabajar el producto de temporada.
-¿Qué hacen con la comida que sobra?
-Durante mucho tiempo estuvimos regalándola a los centros sociales. Pero ahora existe una aplicación de internet, TooGoodToGo, y al final de día, con lo que sobra, hacemos unas bandejas variadas a un tercio del precio, o sea, una bandeja que normalmente cuesta doce euros, con esa aplicación queda en cuatro euros. En esas bandejas ponemos el excedente de bollería, de confitería, y de comida.
-¿Tiene aceptación esa oferta del TooGoodToGo?
-Sí. Nosotros también ponemos los límites estableciendo el número de bandejas que queremos hacer cada día. Hay días en los que se venden todas y otras veces no. Es la gente la que demanda.
–¿Admiten pedidos fuera de carta?
-Sí. Con un tiempo prudente de antelación hacemos celebraciones, catering, eventos informales… No nos dedicamos a bodas, pero hay gente que a lo mejor hace una boda informal en casa y eso sí lo hacemos. Pero tampoco nos esforzamos mucho en ese campo porque hay que dedicarle mucho tiempo e incluye, por ejemplo, elementos decorativos, y ya hay empresas especializadas en eso.
–¿Alguna vez, debido a la demanda, se han quedado sin existencias?
-Contadas con los dedos de la mano. Normalmente solemos cumplir con la demanda.
–Sin duda, esto es un trabajo en equipo. ¿Qué es lo más complicado?
-El día a día. Abres todos los días las puertas y todos los días surge algún problema, unas veces por una avería, otras veces por un producto… Es una rutina en la que hay que tratar de no tener ningún fallo.
–¿Y van incorporando nuevos platos cada cierto tiempo?
-Sí. Así como en el pan se elaboran panes distintos en la comida también, por ejemplo, para los veganos. Vamos abordando estas opciones, pero no es nuestro fuerte. Además, cada vez hay más gente con alergias y ya lo estamos teniendo en cuenta. De cualquier modo, nuestra especialidad es la cocina tradicional, la comida casera.
–¿Tienen proyectado abrir nuevos establecimientos?
-En principio, no.