Una gran parte de la ciudadanía está indignada con las talas de árboles que se están llevando a cabo en la ciudad de Vigo. En algunas ocasiones se argumentó el estado de conservación de los árboles, pero esa disculpa ya no convence a nadie, basta observar los tocones.
El tramo de la Gran Vía donde se instalaron las rampas mecánicas quedó absolutamente sin árboles. Se podían haber conservado los que estaban en las aceras, que no entorpecían las rampas. Por su parte, los que existían en la Ronda de Don Bosco se cortaron con absoluta impunidad y ahora se están talando los de la Rúa Manuel Olivié, tal como muestra esta fotografía. En su lugar están plantando otros de mucha menor envergadura.
La tala de árboles que se está llevando a cabo en la ciudad de Vigo es intolerable. Eliminando los pocos árboles que van quedando en pie se está destrozando la ciudad. Esta calle de Manuel Olivié, además, constituía una verdadero espectáculo cuando llegaba la primavera y se formaba un túnel con el ramaje de aquellos árboles. Nunca lo volveremos a ver, quizá nuestros descendientes. Y el caso es que la operación de tala no terminará en esta calle, sino que proseguirá por otras zonas. Es preciso dejar claro que la ciudad de Vigo no tiene la culpa de las fobias del señor alcalde y que los votos de las urnas no son un cheque en blanco.