La ría de Vigo es uno de los marcos más idóneos y espectaculares para la práctica de los deportes náuticos, por eso la estampa que muestra esta fotografía resulta muy habitual: barcos de distintas esloras y categorías llenan las aguas compartiendo espacio y navegando en silencio con la única compañía del viento y el murmullo de la quilla rompiendo las aguas, meciéndose plácidamente con el acompasado vaivén de las olas. Un silencio que sólo quiebran los ruidos urbanos observados desde la lejanía en una tarde de regatas, desde el centro de la ría de Vigo.