En la fotografía puede observarse a un hombre que conduce una bicicleta con una niña de pie sobre el cestillo trasero. La niña adopta una actitud tranquila y segura mientras el hombre sujeta el manillar y pedalea, como si ya estuvieran acostumbrados después de numerosos ensayos, como si de un circo urbano se tratara. Los peatones no se inmutan. La verdad es que hoy en día se ve de todo y no ocurre nada. Y en todo caso nadie se atreve a realizar ningún reproche porque luego, además, lleva las de perder. Y tampoco es cuestión de reprochar la falta de actuación de la Policía Municipal, porque no puede estar en todas partes al mismo tiempo, aunque no estaría de más que en la ciudad de Vigo existiera la Policía de Movilidad. Lo que comentamos solamente es cuestión de responsabilidad y de que el adulto sea consciente del peligro que corre esa niña de pie sobre la bicicleta en una calle estrecha.