Pero la competencia de otros puertos cercanos es digna de tener en cuenta, tanto el de Marín, muy cercano a la ciudad de Pontevedra y quizá protegido por las vinculaciones políticas con el gobierno central, así como el de A Coruña, con un “lobby” (grupo de presión) que lleva años utilizando artimañas de todo tipo para defender sus intereses, o incluso el puerto de Leixoes, en Portugal. Estos puertos son competencia para el de Vigo y no pierden ninguna oportunidad para restarle tráficos de todo tipo. El puerto de Vigo no debe confiarse, pero también necesita el apoyo de toda la ciudad para luchar contra unos intereses que juegan descaradamente en su contra. De unos años a esta parte el crecimiento del conjunto del puerto no ha sido el esperado, salvo el de la terminal de vehículos, en Bouzas, cuya evolución, arrastrada por la bonanza de las industrias del sector del automóvil, resulta muy positiva.