Al cabo de mucho tiempo los dueños llegan a entender a esos pequeños amigos que no hablan como nosotros, pero que se expresan de otro modo. En este caso, el dueño seguramente percibió el interés del perro y, sin dudarlo un momento, lo cogió en brazos y le mostró lo que tanto le interesaba. “Ahí está lo que hay tras el muro, ahí lo puedes ver”, parece estar diciéndole. Una imagen captada en un instante de la vida cotidiana en un lugar cualquiera de una gran ciudad, demostrando que todavía quedan muestras de ternura con unos animales que son mucho más que simples amigos, unos seres generosos y absolutamente desinteresados, una auténtica lección de ternura.