La ría de Vigo está llena de tesoros, y no sólo de tesoros gastronómicos y paisajísticos, sino también de impresionantes restos arqueológicos e incluso de lo que todo el mundo interpreta como un tesoro: monedas, lingotes, etc.
Existen estudios que demuestran que la ría de Vigo ha sido conocida por los navegantes desde la antigüedad, y en los fondos de la bahía existen restos de barcos de distintas épocas, además de piezas que, por los materiales con los que han sido construidas, han perdurado en el tiempo. Unas de las piezas que se encuentran en diferentes localizaciones de la ría son las anclas líticas prerromanas, prioritariamente de origen fenicio, lo cual demuestra una conexión comercial de lo que antaño era la ciudad de Vigo y su entorno con otras poblaciones mucho más distantes, sobre todo en el área del Mediterráneo.
Las anclas de piedra, fabricadas de una sola pieza, oscilan entre 15 y 50 kilogramos y pueden tener varios agujeros, tal como explica el especialista Ramón Patiño Gómez en su interesante obra ‘Anclas líticas en las Rías Baixas’.
A lo largo de los años, algunos buceadores han encontrado en el fondo marino de la ría de Vigo piezas tan curiosas como balas de cañón, cubiertos, vasos y otros enseres que hoy decoran, discretamente, el salón de sus casas.
La fotografía muestra, como ejemplo, un ancla lítica que probablemente corresponde al siglo VI a.C. y que está provista de dos agujeros: en el de sección cuadrada se introducía una estaca que se clavaba en el fondo, y el redondo se utilizaba para sujetar la embarcación mediante una estacha. El propietario de esta pieza permanecerá en el anonimato por razones obvias, sin embargo, nos ha informado que descubrió el ancla en el entorno de las Islas Cíes hace muchos años, y que la conserva como un auténtico tesoro.