Las fiestas navideñas propician la compra de jamones, bien sea para regalos o para consumo propio. Sin embargo, la crisis de este año está consiguiendo frenar un gasto que no resulta precisamente indispensable. Según las marcas y calidades los jamones pueden llegar a costar más del sueldo de muchas personas: más de mil euros. Ahora bien, por seiscientos euros se puede comprar un jamón excelente e incluso por cien euros se puede adquirir un jamón muy decente.
Pero lo más curioso de estos tiempos de crisis económica son las ofertas. En estos días, algunos establecimientos llegan a ofertar jamones de calidad excelente con una gran rebaja en el precio, pero una rebaja que resulta tentadora para quienes puedan pagar ese precio, porque aún así son inalcanzables para la mayoría de los mortales. Se trata de anuncios casi insultantes para la gente de a pie, a quien apenas le llega el sueldo o la pensión para lo indispensable. Quien tiene la capacidad económica de pagar esos precios no necesita grandes anuncios.