Además del servicio profesional que presta a sus clientes, lleva varias décadas haciendo las delicias de los más pequeños durante las fiestas navideñas. Todos los años colocan un par de muñecos animados en uno de sus escaparates. Los muñecos suben y bajan de modo alternativo y sin parar llamando la atención de los transeúntes, algunos de los cuales comenzaron a disfrutar de esa imagen cuando aún eran niños.