Frente a la estatua del Bicentenario de la ciudad de Vigo existen unos pequeños jardines. Es una zona muy céntrica y muy frecuentada diariamente por peatones de todas las edades. En la zona de hierba se pueden observar unos pequeños montículos de tierra con un agujero en el centro, sin duda, obra de algunos roedores. A medida que pasan los días y las semanas la superficie se va pareciendo cada vez más a un queso de Gruyere, lleno de agujeros.
Es evidente que nadie lo impide. No estaría de más que se resolviera esa situación cuanto antes para evitar, siquiera, que el abandono provoque esa mala imagen que mostramos en la fotografía.