El tráfico navideño en el centro de la ciudad de Vigo resulta caótico. La fotografía tomada hace unos días en la Gran Vía es una buena muestra de lo que acontece. Uno de los principales motivos del caos circulatorio son las obras que se están llevando a cabo en la Porta do Sol y la Rúa Elduayen, además de otras obras de menor envergadura. Todas ellas bloquean el centro urbano y la solución no es fácil e incluso muchas veces ni siguiera existen alternativas. Además de las obras, hay que sumar los bloqueos derivados de las instalaciones navideñas, que son muy rentables, pero que causan trastornos.
Las obras son necesarias porque mejorarán notablemente la imagen de la ciudad y, sobre todo, ese tráfico que ahora resulta insoportable para muchas personas, tanto viguesas como foráneas. Sin embargo, las molestias se notan principalmente en el tráfico rodado, siendo el transporte público el peor parado.
Es preciso resaltar que los taxis son las víctimas más perjudicadas por el tráfico. Algunas personas usuarias del taxi, al encontrarse bloqueadas en medio de los atascos, deciden terminar la carrera para que el taxímetro no siga avanzando. Como consecuencia, los taxis quedan atrapados en el atasco con un balance de la carrera que resulta negativo, perdiendo dinero. Por lo tanto, ahora que todo son ayudas, no sería mala idea que el Concello tomara alguna medida para compensar económicamente al sector del taxi mientras duren las obras.