Se trata de un pequeño callejón que se inicia bajo unos edificios de la viguesa Rúa do Párroco José Otero, en las proximidades de la calle Vía Norte y, más concretamente, de la iglesia de Fátima. Seguramente se trata de algún antiguo derecho de paso que quedó embebido entre las nuevas construcciones de la zona. Luego, unos metros más abajo del empinado túnel, el paso se abre al espacio exterior coincidiendo con una curva a la izquierda que convierte el tramo inicial en serpenteante, oculto tras los edificios de la mencionada calle principal. Allí existen, seguramente desde hace mucho tiempo, algunas casas unifamiliares y algunas huertas en un ambiente que parece tranquilo y que contrasta con el bullicio de un barrio lleno de vida y de tráfico.