El mantenimiento de las poblaciones conlleva imágenes llamativas e incluso simpáticas. En la fotografía, tomada en el centro de la ciudad de Vigo, muy cerca del edificio del Concello, puede observarse un enorme agujero pendiente de reparar, con unas vallas de señalización que algunos gamberros, sin duda, desplazaron para hacer la broma. Pero mucho más que una broma es una desafortunada gamberrada. Alguna persona despistada podría haber metido el pie en el agujero y romperse un tobillo o una pierna, y mucho peor, aún, en el caso de algún crío que se cayera dentro. Pero el Concello de Vigo resolvió con urgencia y de modo satisfactorio el asunto, tapando el agujero antes de que volvieran los gamberros y salieran con la suya. Eso sí es eficacia.