En 1890, dos fotógrafos suizos abrían en Madrid una imprenta de artes gráficas especializada en fototipia. Desde entonces, Oscar Hauser Muller y Adolfo Menet Kurstiner se dedicaron a retratar rincones de toda España, entre ellas vistas de Vigo, y a inmortalizarlos en colecciones de postales, muchas de las cuales se conservan hoy en instituciones culturales, como es el caso de la Biblioteca de Galicia, que atesora varios álbumes con imágenes del país.
Tal es el caso de la serie artística “Recuerdo de Vigo”, con imágenes realizadas a principios del siglo XX reunidas en veinte tarjetas postales, que recogen estampas impresionantes de la ciudad, en las que se hace difícil reconocer la Ribeira do Berbés, el puerto de Chapela, la fortaleza de O Castro o la calle Urzaiz.
Vistas de Vigo
Hauser y Menet triunfaron vendiendo estos álbumes de postales, que imprimían en sus talleres de la céntrica calle Ballesta, en Madrid. Su primer gran éxito fue el encargo al fotógrafo Francisco Pérez Linares de una serie de vistas de España que aparecieron como tarjetas a partir del año 1897. Se calcula que la Sociedad Regular Colectiva Hauser y Menet llegó a editar más de 2.300 vistas, algunas de las cuales aparecieron con la Sociedad Española de Excursiones y otras, en la revista ilustrada Blanco y Negro. Desde 1899, destacaron estos álbumes de veinte postales como el que se conserva de Vigo.
Coincidió este momento con el del coleccionismo, con lo que se dice que llegaron a editar medio millón de postales cada mes. La empresa llegó a superar un siglo de existencia, hasta su desaparición en 1996.
Imagen del Príncipe
El álbum, desplegable en acordeón, comienza con una vista parcial de la ciudad, seguida de una imagen de la calle del Príncipe en la que vemos un coche de caballos y ya está tendida la vía del tranvía, lo que nos da un “postquam” hacia 1914. También vemos a la derecha el establecimiento Casa Taracido, librería y papelería que no puedo evitar mencionar que era propiedad de mi bisabuelo materno. Nuestra casa familiar estaba en el primer balcón sobre el comercio.
Otra postal refleja la calle Urzaiz con su farola y el cruce con la antigua calle Ramal, ya denominada Colón desde 1892. Con el título de La Ribera, los editores suizos de Hauser y Menet se hacen un lío y presentan una vista de las avenidas, mientras que otra imagen nos presenta un trasatlántico llegando a puerto.
Paseo de Alfonso
En la postal del paseo de Alfonso ya vemos un tranvía y la calle volada sobre pilotes, mientras asciende a la izquierda la cuesta de la calle Poboadores. En la Ribera del Berbés ya vemos aquellos vapores “tipo Vigo” que revolucionaron la pesca en la ciudad y en otra vista se observa el espigón por el que entra un buque pesquero.
Entre las vistas de Vigo, Bouzas es difícilmente reconocible un siglo más tarde, al igual que la carretera que lleva hacia Chapela. Aun no existen los formidables rellenos ganados al mar que cambiaron totalmente la fisonomía estas zonas. Otro tanto sucede en el propio puerto de Chapela, o en las postales con paisajes rurales o con el llamado “Puesta de Sol en A Portela”, en lo que parece un paraje idílico con un barca de remos.
Redondela y San Simón, entre las vistas de Vigo
En Redondela ya destaca el viaducto ferroviario pero aparecen mujeres con patelas en la cabeza, mientras otra imagen rural nos transporta a tiempos muy antiguos. El lazareto de San Simón sí que se parece bastante a la imagen que podemos encontrarnos todavía hoy en día.
Pero, de entre las veinte postales, quizá la más impresionante sea la que recoge a las obreras de una fábrica de conservas de Vigo en pleno descanso. Es una estampa popular y documental de inmenso valor.
Así que, hace un siglo, este era el retrato de la ciudad y de su ría que nos ofrecían dos editores suizos, Hauser y Menet, en su impresionante serie artística “Recuerdo de Vigo”.