Este hombre que se observa en la fotografía y que duerme ajeno al trajín del tráfico y de los ruidos industriales en medio de un solar baldío, lleva todas sus pertenencias de un lado para otro, en todas las etapas que va recorriendo. Seguramente la vida no le ha sonreído como él pretendía y se ha visto empujado a la aventura de vivir en soledad y a buscarse la vida un día tras otro, para sobrevivir, sin importarle el mundo que lo rodea que, al fin y al cabo, ya ha prescindido de él.