Pronto estará de aniversario el edificio de la sede de Correos en Vigo. Porque hace ahora un siglo, en febrero de 1924, la Gaceta de Madrid publicaba una Real Orden aprobando el proyecto del nuevo edificio de Correos de Vigo, diseñado por el arquitecto Manuel Gómez Román. Las obras se demoraron durante varios años y no pudo ser inaugurado hasta que se abrió la calle Reconquista, en el año 1931.
Para entonces, era acuciante la necesidad de unas instalaciones modernas para el servicio postal y telegráfico en la ciudad, que había crecido exponencialmente desde principios de siglo. De hecho, ya en el año 1908, el Ayuntamiento había tenido que dirigir al Gobierno un memorándum para pedir que se construyese en la ciudad una nueva sede de Correos, que finalmente se instalaría en la plaza de Compostela en su esquina con Reconquista.
Porque, hace más de un siglo, la ciudad tenía un tráfico de correos ya muy notable. En 1908 en todo el mes de agosto se distribuyeron menos de 70.000 cartas, en una época, en la que Vigo tenía la décima parte de población que en la actualidad.
«La ciudad y los días»
Recoge los datos Xosé María Álvarez Blázquez, en su obra «La ciudad y los días». El informe hace un retrato del servicio en la época: «En Vigo se distribuyeron en agosto por los 15 carteros que tiene la ciudad 39.571 cartas de la Península y 13.020 del extranjero». Cada cartero cobra 30 pesetas al mes, con un pequeño complemento que se justifica «por ser muy cara la vida en Vigo y serle preciso ese sobrante para poder vivir con algún decoro y presentarse en público con la debida decencia».
La actividad en los buzones es importante: «Los objetos de todas las clases que nacen y se distribuyen en la oficina de Vigo y que se recogen en las diferentes cajas de correo de la localidad, sin contar los dos carteros rurales, importantes algunas de ellas, como es la de Lavadores, con más de 14.000 almas, ascienden a 6.458 diariamente».
«Vigo tiene tres periódicos diarios, dos semanales y uno cada dos semanas», continúa el informe, «los primeros depositan en el correo unos 3.000 números diariamente, sin contar los que se remiten a las Américas del Sur y Centro, y los demás, contando con las Américas, unos 2.000″.
Los funcionarios de Correos de hace un siglo lamentan verse desbordados, en especial cuando hace escala alguna escuadra de guerra en la ría: «La estancia de una escuadra en este puerto de Vigo acostumbra a aumentar de manera considerable el servicio de Correos. Estas estancias son muy frecuentes en invierno y de 15 a 20 días de duración. También el turismo, que en la actualidad está tomando una gran importancia en Galicia, ocasiona un gran aumento de trabajo».
La oficina de Correos en Vigo
«En resumen», concluye el informe de 1908, «la oficina de Correos de Vigo es la más importante de Galicia».
Los autores del trabajo piden que sea construida una nueva sede para Correos en la ciudad. Y hace una descripción terrible de las instalaciones de la época: «La casa donde están instaladas las oficinas de Vigo es antihigiénica, reducida y pequeña, hasta el extremo de que, cuando se recibe en ella una expedición importante, se tienen que hacer las operaciones en el suelo y los paquetes postales, por no tener sitio, ser colocados en el despacho del jefe, del segundo y en los corredores».
Las quejas tuvieron eco finalmente hace exactamente un siglo, en aquel invierno de 1924, cuando se publicó la Real Orden aprobando el proyecto de Manuel Gómez Román y comenzaba la construcción de la nueva casa de Correos que todavía sigue prestando servicio en la plaza de Compostela.