Versos del Gringo para un último adiós con música, flores y oraciones. “Me niego a que sea un entierro con un código de barras, me niego a que lo entierren solo y en una fosa común”, afirma la mujer que ha organizado las exequias fúnebres del indigente hallado muerto la semana pasada bajo el puente de la autopista de García Barbón.
Carlos Montouto Bastida, “El Gringo”, será enterrado este jueves (11:45 horas) en el cementerio de Pereiró. Recibirá sepultura en una tumba municipal, sin ceremonia pero con las bendiciones de un diácono, flores y música de violín. Ángeles de Andrés, directora de un aula de apoyo a la enseñanza en Vigo, ha gestionado tanto en el tanatorio como en el Juzgado y en el Concello los trámites para darle al Gringo un sepelio digno.
Nacido en Ferrol un 15 de julio de 1935, Carlos Motouto vivió durante los últimos 40 años en Vigo. Vivía bajo el puente de la autopista y allí fue hallado muerto la semana pasada. La autopsia, según explica Ángeles, indica que falleció el 5 de mayo a causa de una enfermedad pulmonar. Desde entonces, sus restos reposan en el tanatorio Vigomemorial por orden judicial. Este jueves será conducido al cementerio de Pereiró para su último adiós.
“Me enteré que había muerto por el artículo de Miguel, no me lo podía creer, lo conocí hace 25 años y hace ya mucho tiempo que no lo veía”, afirma Ángeles de Andrés. Durante años, el “Gringo” se situaba a diario en la puerta de su empresa y le regalaba sus poesías. “Verlo era como una protección para mí, desde que comenzaron con las obras de la estación ya no subía y dejé de verlo a diario”, añade.
Tras enterarse de su fallecimiento, puso un mensaje en Facebook (imagen de la derecha) y la reacción fue inmediata. “Me ha llamado muchísima gente que lo conocía y que quiere ir a su entierro”, asegura. Habló con el tanatorio para hacerse cargo del cadáver y también con el juzgado de guardia, que le entregará los objetos personales que llevaba. “Son una alianza, un anillo y una cadena, de nulo valor económico pero con un valor sentimental inmenso”, explica.
El Concello, por su parte, ha autorizado el enterramiento en una tumba municipal durante diez años. Posteriormente pasará al osario. Recuperar sus libretas y sus efectos de la cabaña en la que vivía ha sido otra de las tareas que varios amigos de Ángeles de Andrés. Un profesor de la Escuela de Artes y Oficios tocará el violín de forma desinteresada durante el entierro. El próximo lunes también se celebrará un funeral católico en la iglesia de Santiago de Vigo a las siete de la tarde.“Soy creyente, pero no beata, y me niego a que lo entierren solo”, concluye.