Un ejemplo de ello es este mojón que pasa inadvertido para los viandantes, situado en la confluencia de las calles Falperra y Romil, de la ciudad de Vigo. La pequeña pieza, en la que se observa un relieve del escudo de la ciudad olívica, marca una linde que en otrora correspondía al límite urbano, cuando lo que hoy es la mayor urbe de Galicia y una de las mayores de España todavía era una población de tamaño mediano y sus habitantes se conocían siquiera de vista.