El perro es uno más en la casa y en la familia, y está presente en todas las decisiones familiares y también en los desplazamientos. La fotografía da buena cuenta de ello. Esta pareja camina cómoda y despreocupada por las calles de la ciudad de Vigo, y qué mejor lugar para llevar al pequeño perro que la mochila que va a la espalda y desde la que, plácidamente, el chucho observa, a su vez, la realidad urbana, pero, eso sí, sin poder olfatear las esquinas, los árboles o las fachadas, ese es el precio de la comodidad, y también de la despreocupación de sus dueños, que así pueden caminar aprisa sin tener que detenerse en cada rincón.