Hace ahora un siglo nacía en Vigo uno de los diarios más emblemáticos de Galicia, El Pueblo Gallego perviviría durante 55 años, pasando por todo tipo de vicisitudes relacionadas con los avatares políticos del siglo XX. En sus páginas publicaron grandes firmas y dejaron sus trazos artistas como Castelao o Maside.
El 24 de enero de 1924 aparecía el primer número del nuevo diario, fundado por el político Manuel Portela Valladares, de ideología liberal y centrista, quien llegaría a ser presidente del Consejo de Ministros durante la Segunda República.
Sin embargo, El Pueblo Gallego era también producto de una agrupación política local, la Liga de Defensores de Vigo, que había sido fundada en 1922, presidida por Adolfo Gregorio Espino, y que reunía a representantes de la burguesía ilustrada viguesa como el arquitecto Manuel Gómez Román, el periodista Amador Montenegro, el industrial Eugenio Fadrique o Bernardo Bernárdez, que había sido presidente del Círculo Mercantil y autor en 1932 de un famoso y controvertido libro titulado “Tratado de Viguismo”, en el que exhibió un notable desencanto con los poderes de la ciudad.
La Concordia, antes de El Pueblo Gallego
Antes, en 1872, ya había existido otra Liga de Defensores, que publicó su propio diario, el exitoso La Concordia, que estuvo a la venta desde 1873 y que desapareció en 1924 para dar paso a El Pueblo Gallego.
El periodista Ramón Fernández Mato, tío del poeta Manuel María, fue nombrado director en la primera etapa, en la que alcanzó una gran difusión en Galicia. Con la Segunda República, El Pueblo Gallego se alineó con las tesis Partido Galeguista, aunque más tarde se alejaría de estos planteamientos.
Castelao, Paz Andrade…
Entre sus colaboradores más insignes se contaban Castelao, Valentín Paz Andrade o Ramón Otero Pedrayo, y en ocasiones se presentaban algunos artículos en gallego. Además, en 1932, fue en este diario donde se publicaron los famosos “Seis poemas galegos” de Federico García Lorca.
Pero el cambio radical para El Pueblo Gallego llegaría con el Golpe de Estado de 1936. El 20 de julio de aquel año, los sublevados dirigidos por el capitán Carreró, tras leer el manifiesto golpista, abrieron fuego contra los ciudadanos en la Porta do Sol, provocando una matanza, con quince muertos y numerosos heridos. Ese mismo día, las instalaciones del diario, situadas a pocos metros, fueron ocupadas y comenzó una nueva historia.
Líder falangista
Un líder falangista, Manuel Hedilla, utilizó las máquinas de El Pueblo Gallego para lanzar en octubre de 1936 el diario “Arco”, que se distribuiría en Ourense. Meses más tarde, el 10 de enero de 1937, el periódico pasó a ser oficialmente propiedad, por mera confiscación, de Falange Española y de las JONS. Finalmente, con la dictadura franquista, quedaría integrado en la llamada Cadena de Prensa del Movimiento, en la que se dirigían cuarenta cabeceras, entre ellas algunas tan populares como el diario deportivo Marca o el diario Pueblo.
En manos del partido único
Por ejemplificar el poder de propaganda que tuvo esta prensa del régimen de Franco hay que recordar que en 1956, de los 104 diarios que se editaban en España, 38 pertenecía al Movimiento, lo que supone que el 32% de la prensa estaba directamente en manos del partido único, mientras que el resto estaba controlada y sometida a censura, mientras que todos los directores eran nombrados por el régimen.
Directores de El Pueblo Gallego
En la etapa franquista, algunos directores de El Pueblo Gallego fueron José maría Castroviejo, Félix Morales o Jesús Suevos. Tras la muerte de Franco, el diario fue integrado en un nuevo órgano, heredero de Prensa del Movimiento, que bautizaron como Medios de Comunicación Social del Estado.
Algunos de ellos terminarían subastados en los años 80 del siglo XX. Pero El Pueblo Gallego no tuvo tanta suerte: el 17 de junio de 1979 era clausurado, aduciendo razones económicas. Se ponía así fin a una historia de más de cinco décadas que comenzaba hace ahora exactamente un siglo: el 24 de enero de 1924.