Tanto hablar del AVE que no acaba de llegar a Vigo, y tanto hablar de las mejoras del Trencelta que conecta la ciudad olívica con Oporto, y ahí lo tenemos: el tren turístico de la Navidad viguesa que circulaba por las calles iluminadas llevaba una matrícula de Portugal. Sí, de Portugal, y casi nadie se fijó en el detalle.
El hecho podría tener una interesante interpretación: Vigo y Oporto están condenadas a entenderse como ciudades hermanadas y próximas porque Vigo está físicamente más cerca de Oporto que de Madrid, además, también están mucho más cerca en el terreno de los sentimientos.