Para solucionarlo, el propietario le ha puesto un suplemento de madera cortado de cualquier manera, sin demasiado esmero. Y para que no le roben ese taco de madera ni que exista el riesgo de perderlo no ha dudado en atarlo con un cable, también de cualquier manera. Falta reparar la rueda trasera, prácticamente reventada y que le da un aire ‘Mad Max’, y también el sillín, muy gastado por el paso del tiempo. A pesar de todo, se mueve.