El antiguo carril bici del barrio de Coia, en la ciudad de Vigo, ha experimentado una profunda transformación. El carril se ha derivado a un corredor paralelo y el antiguo pavimento, donde existían señales indicativas para los ciclistas, se ha cubierto con una decoración colorida y alegre que embellece lo que ahora es el paseo y el conjunto del barrio. La iniciativa ha sido brillante y ya la disfrutan cientos de paseantes que a diario recorren el camino en toda su extensión. Un acierto.