Seis cerditos y un hombre bajaron un día de febrero de 1931 por la escalerilla de un trasatlántico atracado en el puerto de Vigo. El hombre era el veterinario Miguel Odriozola y aquellos puercos son los antepasados de millones de congéneres criados hasta hoy en Galicia, todos de la raza inglesa Large White, que revolucionó la cría de estos animales en España.
Odriozola era becario en Cambridge pero estaba adscrito a la Misión Biológica de Galicia, centro de investigación agropecuaria que todavía sigue existiendo en Pontevedra, ahora gobernado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Y aquel día de invierno de hace casi un siglo los cerditos que trajo consigo a Vigo pasaron a ser la primera ‘piara científica’ del país, que comenzó a cruzarse con linajes gallegos para mejorarla y conseguir el mejor cerdo de cría. Por lo menos veinte mil de aquellos lechones fueron vendidos a los ganaderos gallegos hasta que la piara fue desmantelada en 1987.
Experto en genética animal
Miguel Odriozola Pietas había nacido en Vitoria en 1903 y se constituyó en un experto en genética animal. Tras incorporarse en enero de 1929 a la Misión Biológica, fue enviado a investigar a la Agricultural School de Cambridge, donde estudió el metabolismo del ganado porcino. Fue a su regreso cuando le encargaron traer unas parejas de cerdos de la raza Large White, apenas conocida en España pero que ya tenía gran fama por su facilidad de cría y su productividad. Con 10.000 pesetas se marchó Odriozola a Inglaterra y volvió con seis cerdos, dos machos y cuatro hembras, de las cuales tres ya estaban preñadas.
La piara de la Misión Biológica de Galicia fue creciendo, con sucesivos cruces con la raza autóctona hasta alcanzar un ganado porcino gallego sustancialmente perfeccionado. Además, su condición de piara cerrada fue un hito veterinario mundial, que para 1959 estaba considerada como la más antigua del mundo, solo superada por la de la raza Poland, en una granja experimental en Iowa, en los Estados Unidos.
Plan de mejora de la ganadería
El veterinario Alberto Portela, autor de una monografía sobre el director de la Misión, Cruz Gallástegui, destaca que fue el gobierno el que encomendó al centro un plan de mejora de la ganadería gallega, eligiendo la raza Large White para que “mejorase por absorción la raza autóctona gallega”, al tiempo que se querían estudiar “los efectos de la consanguinidad a largo plazo en animales superiores”.
Para acoger aquella piara científica fueron construidas en la sede de la Misión Biológica de Galicia en 1940 unas cuadras especiales. De allí iban saliendo los cerditos mejorados genéticamente por sucesivos cruces. Poco a poco, se fueron vendiendo a los ganaderos, que pronto comprobaron que aquellos puercos eran mucho mejores que los que compraban comúnmente en las ferias.
Más de 20.000 lechones
Se calcula que, en los más de cincuenta años que vivió esta piara experimental se vendieron más de 20.000 lechones, muchos de los cuáles son antepasados de los millones de cerdos que hasta nuestros días se crían en España. Aquellos pequeños cochinos que bajaron de un trasatlántico en Vigo en febrero de 1931 tuvieron por lo tanto mucha historia.
“El reto de la piara de Salcedo fue a perpetuar una muestra de población extranjera de alta calidad”, explica José María Malpica, investigador de la obra de Odriozola, quien añade que “la inteligencia y tenacidad de Odriozola permitieron sortear los mayores riesgos de la depresión consanguínea. Gracias a eso, miles de cerdos Large White pudieron ser proporcionados a ganaderos gallegos y del norte de España. Esta labor tuvo una extraordinaria importancia entre 1939 y 1955, período de guerra mundial y postguerras autárquicas, en el que fue imposible la importación” y el desarrollo de la ganadería.
Estudios
Durante los primeros doce años de vida de la piara, Odriozola publicó numerosos estudios sobre aquellos cerdos Large White. Defensor de la ciencia aplicada, también pronunciaba conferencias, dirigidas a los propios ganaderos, algunas con sugestivos títulos como “Eclipse del experimento”, donde criticaba al “sabio que pierde de vista que la justificación del que él elabora está en que alguien, alguna vez, pueda aplicarlo”.
De esa época son sus publicaciones “El ganado de cerda de la Misión Biológica de Galicia”, “Notas sobre la alimentación de cerdos”, “Muchas crías al destete o menos crías con más peso individual”, “Plan de mejora del ganado porcino”, “Alrededor de una piara cerrada”, y “Maíz, cebada y arroz en la alimentación de cerdos”.
Odriozola publicó también artículos de divulgación, como el titulado “Los siete francos visitantes”, en el que fabula la visita de unos ganaderos y un economista a la Misión Biológica de Galicia, donde van haciendo preguntas sobre los cerdos Large White. Les responde un personaje que se identifica como ‘El Acompañante’ y que evidentemente es el propio Odriozola, un poco molesto por las preguntas a veces absurdas que le formulan los visitantes. Con estos relatos quiere explicar su trabajo al gran público.
Independencia económica
Por ejemplo, le preguntan si no sería más barato importar estos cerdos de Inglaterra todos los años. Y responde reivindicando la ciencia hecha en el país: “Es decir, vivir de prestado siempre y sin saber qué vale el prestado. Más que de independencia económica, se trata aquí de la autonomía genética. Y, si el mundo si internacionaliza, aportaríamos algo”, escribe.
También defiende el papel que los propios ganaderos tienen en la mejora de las razas porcinas y en difundir su experimento: “Esta piara aspira solo a ser el núcleo. En un sistema ‘sindical’, las asociaciones de ganaderos deben constituir ‘piaras‘multiplicadoras’, que con la materia prima de los reproductores cedidos por la Misión –y ya sin complicaciones experimentales- producirán a su vez reproductores en número suficiente para abastecer la demanda del país”.
Instituto Nacional de Colonización
Odriozola no se detuvo tras su éxito con la raza Large White y también fue llamado por el Instituto Nacional de Colonización en 1945 para intentar la mejora del cerdo ibérico, sin dejar de asistir a sus pupilos de la Misión Biológica de Galicia. De su nueva línea de investigación nació la piara de cerdos ibéricos más selecta del mundo, que fueron criados en la Finca de El Dehesón de El Encinar, una explotación que aún existe, radicada cerca de Talavera de la Reina, en Toledo.
Escogió para aquel nuevo reto, después de largas investigaciones, cuatro orígenes de soleras distintas, dos de cerdos retintos portugueses (Ervideira de Évora y Caldeira de Elvas) y las otras dos, de cerdos negros lampiños extremeños (Campanario y Puebla). Desde su fundación en 1945, aquella piara mantuvo el aislamiento reproductor y permitió la mayor investigación realizada nunca sobre el cerdo ibérico, al tiempo que revolucionó su cría con la venta de más de 40.000 ejemplares reproductores.
Segundo gran experimento
En este segundo gran experimento de Odriozola, el veterinario tuvo que enfrentar el gran reto de crear una auténtica ‘Arca de Noé’, cuando la epidemia de peste porcina africana en los años 60 del siglo pasado amenazó a su piara, que trasladó a una isla de las marismas del Guadalquivir para aislarla y preservarla durante unos años.
Mientras tanto, nunca abandonó a su piara científica de Large White en Pontevedra, que se mantuvo hasta el año 1987, cuando se extinguió esta línea de investigación al jubilarse el último discípulo de Miguel Odriozola. Finalmente, los cerdos fueron sacrificados, aunque sus resultados genéticos se conservan en Madrid en un departamento del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria (INIA), también perteneciente al CSIC.
Rof Codina y la vaca rubia gallega
En la actualidad, un edificio de laboratorios de la Misión Biológica de Galicia lleva el nombre de Miguel Odriozola, en homenaje a sus importantes estudios científicos, que revolucionaron la ganadería de Galicia, como antes había hecho Rof Codina definiendo a la vaca rubia gallega, o como lo hizo en la agricultura el propio Cruz Gallástegui, que fue también director de la Misión Biológica, con sus estudios para la mejora del maíz.
Así que pronto hará un siglo desde que un hombre acompañado por seis cerditos bajó de un trasatlántico en el puerto de Vigo. Llegaba en aquel año 1931 la que sería la importante “piara experimental” Large White, todo un hito en la ciencia que revolucionó los “cortellos” de todo el país.