Cuando en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX el tranvía enfilaba la curva más pronunciada de la Rúa López Mora, de Vigo, todas las niñas y niños se asomaban a las ventanillas para ver la casa de los cuentos, ‘El Pilar’, la que cada uno había imaginado a su antojo y que se había hecho realidad. No resulta extraño, por lo tanto, que ‘El Pilar’ forme parte de los recuerdos de las personas que han vivido su niñez en la ciudad de Vigo.
La casa fue proyectada por el arquitecto José Franco Montes, autor del Colegio Apóstol Santiago (Jesuitas), de Vigo, y de la Iglesia de Santa Cristina de Sabarís, además de numerosas obras. El estilo fue precursor de la arquitectura regionalista en Galicia, en este caso importado de centroeuropa. El chalé, que originalmente tenía una finalidad familiar, fue encargado por su propietario, Camilo Teijeiro Marín, y fue construido en 1913 en un entorno conocido como ciudad-jardín, apartado del núcleo urbano y desde el que se podía ver el mar. Esa zona fue llenándose de construcciones unifamiliares de familias acomodadas aunque, luego, con el paso de los años, aquellos chalés fueron vendiéndose para dejar paso a los grandes edificios actuales de la Rúa López Mora y calles aledañas, quedando ‘El Pilar’ embutido entre edificios.
El histórico chalé ‘El Pilar’ pasó a propiedad municipal y estuvo dedicado a Casa da Xuventude durante muchos años, albergando numerosas actividades y proyectos, aunque en la actualidad parece haber perdido intensidad. De cualquier modo, los jardines y los pequeños huertos de su entorno están, como suele decirse, ‘a monte’. Y bien merecen un poco de atención porque el chalé y sus jardines constituyen un bien público muy apreciado por la ciudadanía viguesa.